Pío Salvador | Desarrollo personal y profesional, comunicación y habilidades directivas

Partiendo de los estilos de conducta predominantes en cada miembro de la pareja, y los roles o vitaminas asociados a los estilos de conducta anteriores, podemos trabajar de manera efectiva la comunicación y la actitud de la pareja como un sistema integrado y funcional que permita convertir los conflictos en fortalezas no a pesar, sino gracias a las diferencias que cada miembro posee y que enriquecen la pareja o familia caminando hacia el objetivo común, la felicidad.

Estamos presenciando en la sociedad actual una reorganización en la relación de pareja, un cambio cultural disruptivo en la sociedad que está afectando a las relaciones y la familia. Existe cada vez un mayor número de parejas que no se adaptan a estos cambios y la mitad de las relaciones se están viniendo abajo por no saber abordar dichas situaciones, creando problemas y conflictos. El problema es que no puede evitarse el conflicto, pero sí se puede convertir en constructivo, pues la mayor parte de las rupturas no se producen por lo que nos decimos, sino por cómo nos lo decimos.